Tiene su punto de partida en el ser humano. Ser persona que anhela comunicación , relación con el ser trascendente. Dicha relación se exterioriza por medio de ritos, hechos, costumbres, gestos, etc.
Es por ello que el hombre se entiende como un ser bio-psico-espiritual. Ésta unidad nos hace entender que no es un compuesto, una suma de partes, no son tres naturalezas. Su unión es la única naturaleza.
Por tanto el proceso de interiorización, es el núcleo, el punto de contacto con Dios. Al ser el hombre también corporal, la religión se ha de manifestar externamente, en un lenguaje simbólico. El cual se descubre como el carácter religioso del hombre, donde se manifiesta, por los rastros más primitivos de su herencia cultural. Diversas ciencias constatan que, ya en el Paleolítico Superior, los primeros actos culturales del hombre prehistórico están relacionados con la religión.
Es por ello que el hombre se entiende como un ser bio-psico-espiritual. Ésta unidad nos hace entender que no es un compuesto, una suma de partes, no son tres naturalezas. Su unión es la única naturaleza.
Por tanto el proceso de interiorización, es el núcleo, el punto de contacto con Dios. Al ser el hombre también corporal, la religión se ha de manifestar externamente, en un lenguaje simbólico. El cual se descubre como el carácter religioso del hombre, donde se manifiesta, por los rastros más primitivos de su herencia cultural. Diversas ciencias constatan que, ya en el Paleolítico Superior, los primeros actos culturales del hombre prehistórico están relacionados con la religión.
Tal y como se ve en el esquema inicial.
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